Nace en Mérida (Edo. Mérida) el 31 de mayo de 1860
Muere en Mérida (Edo. Mérida) el 3 de junio de 1938
Muere en Mérida (Edo. Mérida) el 3 de junio de 1938
Escritor, historiador, profesor
universitario y periodista. Realizó un aporte fundamental a la cultura
intelectual venezolana, mediante el estudio de la historia de Mérida, de los
Andes y de sus áreas de influencia, es decir, el territorio que desde
principios del siglo XVII formará el corregimiento de Mérida. Fueron sus padres
Foción Febres Cordero y Georgina Troconis y Andrade. Sus primeras enseñanzas
las recibió de sus padres y de sus tíos Favio Febres Cordero e Indalecia
Almarza, pasando luego a la Escuela de Varones de Mérida. En 1871 ingresa a la
Universidad de Los Andes para seguir los cursos de Latinidad y Filosofía, graduándose
de bachiller 7 años después. Durante esta etapa aprende varios oficios que
luego le serán de gran utilidad en el futuro: zapatería, relojería, tipografía,
encuadernación, caligrafía, dibujo y pintura. En la Universidad inicia estudios
de derecho, carrera que culmina en 1882, doctorándose 18 años después. Luego de
esto comienza su labor como tipógrafo y periodista. En tal sentido, fueron
varios los periódicos y revistas que funda, dirige, redacta, o en los que
simplemente colabora, como Páginas Sueltas (1882-1883) y El Comercio (1884),
ambos junto con José Antonio Parra Picón, El Lápiz (1885-1897), El Centavo
(1900), El Billete (1902), el Mosaico (1921-1923), este último con su hijo José
Rafael Febres Cordero.
Su actividad en la Universidad de los
Andes fue larga y fructífera, especialmente como catedrático de Historia
Universal (1892-1924), todo lo cual llevó a ser nombrado vicerrector interino
(1912) y rector honorario (1936). En 1883 contrae matrimonio con Teresa
Carnevali Briceño, con quien procreará varios hijos. Como topógrafo desarrolló
la técnica de la imagotipia (1885), o arte de representar imágenes con tipos de
imprenta. También se ocupa de la foliografía (1896), técnica que consiste en la
reproducción mediante impresión de las hojas de las plantas. En cuanto a su
obra en general, se puede decir que la misma es polifacética por abarcar
aspectos propios de la historia, la literatura, la antropología, el derecho, la
educación y otras ramas del saber. Por lo tanto, no es raro que su escritura se
exprese en distintos géneros: crónica, ensayo, cuento, novela y poesía.
Asimismo, su heterogénea producción intelectual se caracteriza por abordar
conjuntamente los hechos de la historia formal (conquistas, fundaciones,
revoluciones, guerras, etc.) con los de la historia cotidiana (costumbres,
creencias, modos de vida, etc.).
Fue notable su interés por dar a conocer en un
lenguaje sencillo las tradiciones, mitos y leyendas, expresiones que si bien no
forman parte de la historia académica, sin embargo, ayudan a entender la
psicología de los pueblos, en especial la de la región andina. Durante su
existencia, Tulio Febres Cordero fue objeto de numerosas distinciones, como el
haber sido admitido en instituciones académicas tanto de Venezuela (miembro
correspondiente de la Academia Nacional de la Historia y de la Academia
Venezolana de la Lengua) como del extranjero. En 1978, los herederos de la
familia Febres Cordero donaron a la nación la colección de impresos y
documentos pacientemente reunidos por el escritor merideño, así como lo dejado
por su hijo José Rafael. Hoy estos materiales pueden ser consultados en la
Biblioteca Febres Cordero del Instituto Autónomo Biblioteca Nacional, ubicada
en Mérida.
Fuente: Venezuelatuya.com
Fecha: 10-05-2018.
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