Dedicado a mi madre, Carmen Melanía en el Día de las Madres.
Por: Dra. Mireya Hidalgo
En la vida está presente
Desde ese primer llanto
En tu vida, en tu mente.
Que protege y resguarda
Desde el alumbramiento
Como ángel de la guarda.
Serpenteantes de la vida
Vigilante del destino
De sus hijos, no se olvida.
Y en los pueblitos llaneros
Con la madre, sus encantos
Y los hijos de primero.
Con él se habla, se respeta
Pero amas a tu madre
Por su paz, por sus respuestas.
Todo cuanto te rodea
Pero vital es tu madre
Pues contigo juguetea.
Maticas, los animales
Te explica tan dadivosa
Valóralos, no los dañes.
Si al patio van a jugar
Te mostrará el contexto
De todos los que lo habitan
Mejor que libro de texto.
Apreciaras a los nidos
De arrendajos, azulejos
En su nidal protegidos...
Son pichones en el nido
Y después le salen alas
Y de pronto ya se han ido.
En cuerpo, en pensamiento
Te harás adolescente
Hombre con discernimiento
Donde hijos propios, tendrás
Querrás darles enseñanzas
Y a mí, me recordarás.
Las charlas, o los cuidados
Entonces tendrán sentido
Bueno será recordarlos.
En la crianza de tus niños
Como buenos llanerazos
Educarlos con cariño.
Pasa de madres a hijos
De los hijos a los nietos
Para que sigan unidos.
La Madre llanera y su hijo
Son un fraterno binomio
Una relación profunda
Rebosante, con encomio.
El sol brillante, la luna
Horizonte, lejanía
Como garza en su laguna.
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