Soneto a las bendiciones.
Nacer humano en vez de pedernal
es recibir gracias, una bendición
también ser pensante, tener razón
poder vivir, y sentir lo fraternal.
El suave viento, sol, naturaleza,
el mar, la playa, y la inmensidad
la luna, estrellas, sin oscuridad
colores, brillos con tanta realeza.
Y lo mejor, la espiritualidad
la nostalgia, la risa y el llanto
todos representan una gran bondad.
Son del ser esencia y corazón
que lo cobijan como suave manto
y son epicentro de su creación.
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